Con un corazón rebosante de alegría llegaba Gonzalo Pérez Zunzunegui a Getxo, tras atravesar el histórico Puente Colgante. Acababa de completar la última de las quince etapas y 650 km de Camino de Santiago “a contracorriente”. Dar visibilidad a la ataxia telangiectasia y recaudar fondos a beneficio de AEFAT para la investigación de la enfermedad cosntituían la finalidad de esta gesta.